martes, 24 de marzo de 2009

Te hablo de...

Hablar. Ese mecanismo con el que ofrecemos de nosotros la parte que queremos transmitir. Gesto cómodo y útil. Tan cargado de sentimientos, dotados de Verdad. O no.

Escribir siempre resulta más fácil en determinados menesteres del corazón.
Expresamos, con más o menos carga emocional aquello que nos comprime adentro. Y vamos contando historias. Nuestra vida es una sucesión de cuentos escritos por el destino, contados por la voz de la experiencia.

Hablar. Palabras. Ser. Soy yo…

Y tan sencillo es ganar la gloria o cavar la fosa con ellas…Es el Ser.
Irremediablemente, después de todo lo que ya he dicho y escrito hoy, mañana habrán nuevos sonidos, las mismas palabras. Y volveré a ser yo. Sólo ser, y vivir.

No soy tan distinta a las demás mujeres. Debajo de mi aspecto fingido de loba sólo soy un corderito pequeño, temeroso y abandonado. Así, no tengas en cuenta mucho de lo que haga, pero ten presente todo lo que te diga. Siempre mi cara y mis ojos te harán de mapa.

No pretendo ser el centro de tu vida. Sólo saberme recordada. Un aroma, un color, un zapato, una postal. Saber que alguna vez nuestros pensamientos se cruzan en esta inmensidad y que eso nos arrebate una sonrisa cómplice y amiga.
No deseo que me ames. Porque yo no puedo hacerlo contigo tampoco puedo pedírtelo, ni siquiera en mis horas delirantes mientras en la noche silenciosa, nuestro reloj va matando lentamente a sus hijos minutos.

Pero te necesito a mi lado para apoyarme, sostener mi peso sobre los hombros y sentir todo ese calor que derrochas desprendiéndolo a la Nada. Que me mires y sostengas esa mirada única y que dure el momento eterno, que destroce el cristal de ese reloj que se agota. Que la sostengas en mí sin que sientas la necesidad de levantar la vista incómoda, vestida de vergüenza, para no descubrir las cosas que no me dices.
Porque necesito descubrirte cada día, saberte ahí cuando te necesite, escucharte cuando menos me lo espere. Y yo seré para ti.

No necesitamos amor mutuo, lo nuestro ya tiene un nombre mucho más grande y confortable. Un día de verano lo bautizamos AMISTAD.

3 comentarios:

Reina Azul dijo...

Hola! cmo vas? Me gusta mucho tu blog...Y me gusta cmo escribes...
Te invito al mio jejeje
http://cristalesdispersos.blogspot.com/
Cuidate chau

Vagamundo dijo...

Buscaba una imagen de colores y encontré ese crisol de emociones.. Creo que lo iré leyendo entero, poco a poco. Si no te importa.
Hallazgos como éste son un placer.
Un saludo

¿? dijo...

Veritas ..... lindo y sentido.

Bienvenidos

Un amigo me invitó a hacerle una visita a su blog y en cuanto lo ví, decidí que no había mejor manera que comenzar este mes de Marzo con uno yo también.Llámame envidiosa, si quieres, quizá no te falte razón, pero el hecho en sí es éste.Llevo años escribiendo, publicando por Internet y guardo cientos de poemas, de frases, de relatos, en fín, de todo, plasmado sobre papel y hoy, simplemente por ser hoy, he decidido compartirme contigo. Sólo espero que disfrutes, que te guste, que vuelvas a por más. Y si no es así será porque no he conseguido captar tu atención un poco más...En todo caso, bienvenid@ a mi rincón,y si te sientes defraudad@, perdón.

Esto es mi principio

La mujer que amo es un pedazo de cielo en mis manos, es un rayito caliente de sol que abriga mi alma dormida... La mujer que amo es un minuto de paz en medio de la más sangrienta guerra, es la lluvia mojando el suelo reseco de un campo cultivado...La mujer que amo es capaz de secar hasta la última de mis lágrimas con su sonrisa, y a la vez es capaz de provocarme el mayor de los llantos sólo con decirme guapa en el momento que más lo necesito...La mujer que amo es el ser que comprende más allá de la mirada, más allá de lo físico y lo elemental... ella sabe dibujar esperanzas, mañanas fascinantes, viajes estelares y encuentros sublimes con sólo cerrar sus ojos y dejarse llevar... y llevarme con ella...Ella provoca que mi alma se eleve por los cielos y encuentre la suya en una nube esperando por mí, con su hermosa juventud y sus manos abiertas para recibir las mías...Ella conoce mis temores, mis deseos, mis miedos... ella sabe cuando siento pena, dolor, angustia y cuando estoy feliz...La mujer que amo me sacó del letargo, me mostró que en la Tierra hay ángeles sin alas que caminan a nuestro lado, que velan por nosotros de una manera especial... que aunque no podamos distinguirlos o verlos, ellos están siempre cuidando de nosotros...Ella es ese ser tan especial que puso Dios en mi camino...La mujer que amo... es invisible a mis ojos todavía... pero es tan concreta en mi corazón que sin verla la veo, que sin tocarla la toco, que sin besarla la beso, que sin poder hacerle el amor la siento dentro de mí...Yo sé que esta mujer a la que amo tanto es tan especial que un día tal vez la pierda, que sin haberme pertenecido nunca, se aleje de mi lado... pero estoy tan feliz de amarla que solo me importa darle gracias a Dios por haberme permitido encontrarla, conocerla, disfrutarla y sobre todo respetarla...Amor, si tan solo pudiera abrirme el pecho y darte todo mi corazón... si tan solo pudieras ver que en él late furioso mi amor por ti... si tan sólo pudiera regalarte ese soñado amanecer, y despertar contigo envueltos en ese manto de ternura que brota de nuestras almas... sería la persona más feliz del universo...Amor mío... seguiré soñando con ese día... seguiré pidiéndole a Dios por un momento a tu lado, por una caricia de tus manos, por un beso de tus labios...Y si Dios no puede concederme ese deseo, seguiré deseándote en el silencio de mi alma, seguiré dibujando tu rostro en mi almohada... y encontraré la forma en que algún día de esta corta vida se unan tus ganas y las mías en un abrazo tan dulce, tan apretado que lo triste y lo temido habrán desaparecido para dar paso a la mayor felicidad de mi vida... ¡HABERTE ENCONTRADO EN CUERPO Y ALMA!...