lunes, 22 de octubre de 2012

Intento de seducción

Sentía qué tenía qué hacerlo más no conocía camino alguno qué acercara mis pasos a los suyos.


Comencé por mis envolturas, seleccioné día a día los tonos de la inocencia, de la esperanza, de la alegría, del entusiasmo, el del deseo, el de la fe y el del poder. Y tal y como iba vistiéndome cubierta de colores iba aceptando sus significados haciéndolos tan reales como efímeros.
Pero ello no me ayudó. No me miraste.
Decidí entonces cambiar lo externo de mi; moldee mi pelo y le dí color, usé rimmel y coloretes, me colgué adornos bellos, lucí esmaltes y cubrí mi aura de exóticos perfumes. Y tal como iba acicalando cada esquina de mi anguloso espacio iba imaginándome sus manos deshaciendo el mercadillo en qué me había convertido.
Pero ello no sirvió de nada. No me miraste.
Fue entonces cuando caí en la cuenta de qué quizá era la parte más interna de mi lo qué me hacía invisible a tus ojos. Practiqué los buenos modos, el fútil gesto poco a poco se fue afinando hasta reducirse a sombras, reaprendí a caminar,a sorber la sopa, aprendió qué el silencio podía ayudarme en tan ardua tarea. Y conforme iban produciéndose los cambios en mi Yo iba tomando conciencia de qué en realidad yo podía ser quien quisiera ser, qué podía reinventarme cada día con apenas esfuerzos.
Pero tampoco surtió el efecto qué esperaba. Seguías sin mirarme y me decias qué estaba muy silenciosa.
No supe qué más hacer y desistí.


Un día me encontraste en aquel escalón frente al mar, desaliñada, absorta, lánguida y frustrada. El pelo alborotado, sin arrimas, sin colores, sin maquillajes y con los ojos de agua. Te acomodaste en el espacio vacío de la nada qué me rodeaba. Sin mirar, sin decir, sin pensar. Y así pasamos todo el tiempo del mundo, concentrados en el horizonte.
Recogiste una lágrima curruca después de apartar la Cortina qué mi pelo interpuso entre nosotros, pasaste el brazo tras de mi cómo sí tratarás de apartarme del mundo, me barriste de mi realidad y me acercaste a ti. Fue entonces cuando me miraste y hablaste:
- Estas tan natural, eres tan tú...



Moraleja o algo así:
Nunca nada es tal y cómo lo pensaste. Quise engañarle para seducirle pero no me había planteado sí era eso lo qué le gustaba. Prefirió mi peor partes mis adornos y mis trajes. 
Sí quieres conseguir a esa persona y la vida decide qué debe permanecer a tu lado, no quieras ser quien no eres, no intentes hacer lo qué no va en ti y no pierdas el tiempo de estar con esa persona por decorar la fachada. Porque al final donde vives es en interior de la casa.

No hay comentarios:

Bienvenidos

Un amigo me invitó a hacerle una visita a su blog y en cuanto lo ví, decidí que no había mejor manera que comenzar este mes de Marzo con uno yo también.Llámame envidiosa, si quieres, quizá no te falte razón, pero el hecho en sí es éste.Llevo años escribiendo, publicando por Internet y guardo cientos de poemas, de frases, de relatos, en fín, de todo, plasmado sobre papel y hoy, simplemente por ser hoy, he decidido compartirme contigo. Sólo espero que disfrutes, que te guste, que vuelvas a por más. Y si no es así será porque no he conseguido captar tu atención un poco más...En todo caso, bienvenid@ a mi rincón,y si te sientes defraudad@, perdón.

Esto es mi principio

La mujer que amo es un pedazo de cielo en mis manos, es un rayito caliente de sol que abriga mi alma dormida... La mujer que amo es un minuto de paz en medio de la más sangrienta guerra, es la lluvia mojando el suelo reseco de un campo cultivado...La mujer que amo es capaz de secar hasta la última de mis lágrimas con su sonrisa, y a la vez es capaz de provocarme el mayor de los llantos sólo con decirme guapa en el momento que más lo necesito...La mujer que amo es el ser que comprende más allá de la mirada, más allá de lo físico y lo elemental... ella sabe dibujar esperanzas, mañanas fascinantes, viajes estelares y encuentros sublimes con sólo cerrar sus ojos y dejarse llevar... y llevarme con ella...Ella provoca que mi alma se eleve por los cielos y encuentre la suya en una nube esperando por mí, con su hermosa juventud y sus manos abiertas para recibir las mías...Ella conoce mis temores, mis deseos, mis miedos... ella sabe cuando siento pena, dolor, angustia y cuando estoy feliz...La mujer que amo me sacó del letargo, me mostró que en la Tierra hay ángeles sin alas que caminan a nuestro lado, que velan por nosotros de una manera especial... que aunque no podamos distinguirlos o verlos, ellos están siempre cuidando de nosotros...Ella es ese ser tan especial que puso Dios en mi camino...La mujer que amo... es invisible a mis ojos todavía... pero es tan concreta en mi corazón que sin verla la veo, que sin tocarla la toco, que sin besarla la beso, que sin poder hacerle el amor la siento dentro de mí...Yo sé que esta mujer a la que amo tanto es tan especial que un día tal vez la pierda, que sin haberme pertenecido nunca, se aleje de mi lado... pero estoy tan feliz de amarla que solo me importa darle gracias a Dios por haberme permitido encontrarla, conocerla, disfrutarla y sobre todo respetarla...Amor, si tan solo pudiera abrirme el pecho y darte todo mi corazón... si tan solo pudieras ver que en él late furioso mi amor por ti... si tan sólo pudiera regalarte ese soñado amanecer, y despertar contigo envueltos en ese manto de ternura que brota de nuestras almas... sería la persona más feliz del universo...Amor mío... seguiré soñando con ese día... seguiré pidiéndole a Dios por un momento a tu lado, por una caricia de tus manos, por un beso de tus labios...Y si Dios no puede concederme ese deseo, seguiré deseándote en el silencio de mi alma, seguiré dibujando tu rostro en mi almohada... y encontraré la forma en que algún día de esta corta vida se unan tus ganas y las mías en un abrazo tan dulce, tan apretado que lo triste y lo temido habrán desaparecido para dar paso a la mayor felicidad de mi vida... ¡HABERTE ENCONTRADO EN CUERPO Y ALMA!...