sábado, 7 de julio de 2007

Una historia

Te contaré una historia.

Aitor es un hombre que se siente solo, un día encontró una perrita
abandonada en la calle. Que mejor cosa que la compañía de un ser fiel y
leal, al que poder abrazar. La perrita estaba asustada, vagaba por el mundo
sin control, la rescató de una vida llena de malos tragos.
Aprendieron a compartir sus ratos, sus vidas, estaban hechos el uno para el
otro. No pasaba ni un solo instante en el que no estuvieron juntos. El la
enseño a vivir y ella le dio todo su amor, ella quiería olvidarse del
pasado, ya había empezado a aprender a ir por la vida con rumbo fijo.

Cuando salían a pasear, Aitor la ponía la correa, la ataba en corto, así
evitaría más de un susto. Iluna caminaba a su lado, casi pegada a el. Ella
pensaba que vivía en el paraíso, todo su mundo giraba alrededor de Aitor.

En cuanto llegaban al portal de la casa, Aitor soltaba la correa, la dejaba
ser libre, libre entre cuatro paredes, todo lo que necesitaba lo tenía allí.
Iluna pensaba que no necesitaba más, aunque en su mente resonaban los
aullidos del pasado.

Una tarde todo comenzó a cambiar. Aitor viendo como los demás dueños
soltaban a sus perros, pensó que a Iluna no le ocurriría nada por corretear
entre los demás animales. La soltó ella no sabía que hacer, correteaba por
todos lados, husmeando aquí y allá. Jugaba con los demás perros, empezó a
sentirse libre, pero ella e el fondo sabía que le faltaba algo., aunque al
mirar a Aitor recordaba que le quería demasiado como para huir.
El desde lo lejos la gritaba.

- No te pares! Sigue corriendo, disfruta.
A un silbido de Aitor ella volvía donde el, la acariciaba, la mimaba y le
daba su golosina. Ella le adoraba, era su vida, su guía, su conciencia.

Así empezó una nueva vida hasta que el destino hizo que Iluna mientras
jugaba con los demás perros encontrase una hembra, una de su misma especie.
Se asustó, quería acercarse a ella y olerla, pero algo le decía que no debía
hacerlo, miró a Aitor y vio que el no apartaba sus ojos de ella. El con un
solo gesto la animó a que se acercara a ella, Iluna le obedeció. No podía
apartase de ella, lo olía quería jugar con ella, recuerdos de una vida
pasada invadieron sus pensamientos.

Fueron pasando los días, pero Aitor empezó a sufrir, el ya no era el centro
de atención de su perra, eso le dolía, la quería para el, así que después de
haberla dejado libre, la volvió a atar, le puso la correa, no quería que ni
por un solo instante ella le dejara de lado. Iluna no entendió el
comportamiento de su amo, ella quería ser libre, seguir con su nueva vida.
No lo entendía por que para ella Aitor seguía siendo su dueño, su amigo, su
compañero, todo lo que ella quería, pero quería disfrutar de su nueva vida
llena de deseos, vértigos, colores, aromas e ilusiones por descubrir. A caso
ya no confiaba en ella.

Aitor no comprendía los sentimientos que Iluna tenía por aquella otra
perrita, no entendía que los juegos entre animales de la misma especie son
distintos, llenos de ternura, complicidad, deseo, pasión, son una mezcla de
sentimientos que solo se pueden sentir de una manera, una manera salvaje,
llena de sueños y fantasías.

Iluna tuvo que volver a su vida de antes, a vivir única y exclusivamente
para su dueño, volver a las correas, a vivir de una manera que antes le
gustaba pero que después de haber probado la libertad no quería volver, ella
quería moverse por impulsos y esa correa no la dejaría.

Vida de perros!

3 comentarios:

Eguzkilore dijo...

Historias reales, historias como la vida misma...

Unknown dijo...

Tú me la contastes, recuerdas? Un besote reina....

Eguzkilore dijo...

Recuerdo... lo recuerdo!

Bienvenidos

Un amigo me invitó a hacerle una visita a su blog y en cuanto lo ví, decidí que no había mejor manera que comenzar este mes de Marzo con uno yo también.Llámame envidiosa, si quieres, quizá no te falte razón, pero el hecho en sí es éste.Llevo años escribiendo, publicando por Internet y guardo cientos de poemas, de frases, de relatos, en fín, de todo, plasmado sobre papel y hoy, simplemente por ser hoy, he decidido compartirme contigo. Sólo espero que disfrutes, que te guste, que vuelvas a por más. Y si no es así será porque no he conseguido captar tu atención un poco más...En todo caso, bienvenid@ a mi rincón,y si te sientes defraudad@, perdón.

Esto es mi principio

La mujer que amo es un pedazo de cielo en mis manos, es un rayito caliente de sol que abriga mi alma dormida... La mujer que amo es un minuto de paz en medio de la más sangrienta guerra, es la lluvia mojando el suelo reseco de un campo cultivado...La mujer que amo es capaz de secar hasta la última de mis lágrimas con su sonrisa, y a la vez es capaz de provocarme el mayor de los llantos sólo con decirme guapa en el momento que más lo necesito...La mujer que amo es el ser que comprende más allá de la mirada, más allá de lo físico y lo elemental... ella sabe dibujar esperanzas, mañanas fascinantes, viajes estelares y encuentros sublimes con sólo cerrar sus ojos y dejarse llevar... y llevarme con ella...Ella provoca que mi alma se eleve por los cielos y encuentre la suya en una nube esperando por mí, con su hermosa juventud y sus manos abiertas para recibir las mías...Ella conoce mis temores, mis deseos, mis miedos... ella sabe cuando siento pena, dolor, angustia y cuando estoy feliz...La mujer que amo me sacó del letargo, me mostró que en la Tierra hay ángeles sin alas que caminan a nuestro lado, que velan por nosotros de una manera especial... que aunque no podamos distinguirlos o verlos, ellos están siempre cuidando de nosotros...Ella es ese ser tan especial que puso Dios en mi camino...La mujer que amo... es invisible a mis ojos todavía... pero es tan concreta en mi corazón que sin verla la veo, que sin tocarla la toco, que sin besarla la beso, que sin poder hacerle el amor la siento dentro de mí...Yo sé que esta mujer a la que amo tanto es tan especial que un día tal vez la pierda, que sin haberme pertenecido nunca, se aleje de mi lado... pero estoy tan feliz de amarla que solo me importa darle gracias a Dios por haberme permitido encontrarla, conocerla, disfrutarla y sobre todo respetarla...Amor, si tan solo pudiera abrirme el pecho y darte todo mi corazón... si tan solo pudieras ver que en él late furioso mi amor por ti... si tan sólo pudiera regalarte ese soñado amanecer, y despertar contigo envueltos en ese manto de ternura que brota de nuestras almas... sería la persona más feliz del universo...Amor mío... seguiré soñando con ese día... seguiré pidiéndole a Dios por un momento a tu lado, por una caricia de tus manos, por un beso de tus labios...Y si Dios no puede concederme ese deseo, seguiré deseándote en el silencio de mi alma, seguiré dibujando tu rostro en mi almohada... y encontraré la forma en que algún día de esta corta vida se unan tus ganas y las mías en un abrazo tan dulce, tan apretado que lo triste y lo temido habrán desaparecido para dar paso a la mayor felicidad de mi vida... ¡HABERTE ENCONTRADO EN CUERPO Y ALMA!...